domingo, 25 de mayo de 2014

XOOWMAGAZINE37 P251 #xoowarts FABIOLA URIEN



Comienza a exponer hace casi 20 años, donde ya se rebela contra las normas y preceptos académicos, que no se avienen a su manera de ser. Una vez más no quiere hablar del misterio de arriba, que tanto preocupa a la gente, ella quiere hablarnos de la vida aquí abajo en la tierra y en consecuencia del Arte. Fabiola Urien puede estar seis meses pensando como pintar una colección y luego terminarla en dos meses. Ambas actividades, la de pensar y la de pintar, son esenciales, intensas y excluyentes. Pinta y piensa o piensa y pinta. No sabe muy bien cuál es la génesis de su proceso de creación. Ella acostumbra a “escaparse” a amar todo aquello que sea susceptible de ser amado y viaja (Grecia, Egipto, Israel, Turquía, Cuba, México, Portugal, Rusia, Polonia, Estonia, Suecia, Noruega, etc.). Viaja para regresar a Madrid, en donde plasma su pintura enriquecida, con lo que sus ojos y su pulso han visto y sentido. Pinta y pinta temas costumbristas de diferentes países, personas humildes y aparentemente anónimas, refleja la vida sencilla, normal, hace protagonistas los momentos cotidianos, tertulias, costumbres, sonrisas…, la verdad de la vida en sus aspectos en apariencia insignificantes. Su pintura es rica y completa, cuando se contemplan sus obras ya no cabe duda de su personalidad. Pocos rompen la teórica de forma tan segura, ni poseen el rigor tan incisivo como ella se atreve a hacer, pese a su innegable elegancia. Su pincel posee efectos inmediatos. En los paisajes se sujeta a la observación de la naturaleza, capta la vaporosa tonalidad del aire envuelta por delicadas luces del alba o atardecer, cobrando igualmente una extraordinaria plenitud expresiva. La pintura de Fabiola Urien refleja, como un gran calidoscopio, el mecanismo mental y vivencial de su personalidad arrolladora, lo que le ha permitido crear una pintura impactante, una pintura fuertemente apasionada y contraria a los arquetipos y a los convencionalismos, ella increpa al espectador. Le insinúa que no renuncie a la búsqueda y conquista de su propia libertad. Pinta lo habido o por haber, desde las más abstractas conjeturas hasta las más realistas figuraciones, con una aportación fundamental: la REHUMANIZACIÓN del Arte, dejándose de juegos malabares de última hora que, con tanto y tanto buscar, conducen a la nada fantasmal, y la nada ya estaba descubierta para ella desde la eternidad. Apasionada por el arte y la vida, con mano maestra, dominadora, segura de territorio conocido por ella. Se lanza a la búsqueda de la vida misma, sin máscara, sin trampa ni cartón. “SIEMPRE PINTA LO QUE SIENTE, SIN COMPROMISO ALGUNO”. Sus obras pueden ser contempladas en la calle Velázquez 69, esquina con Ortega y Gasset, hasta mediados del mes de junio. Ella estará allí pintando en directo, dando magia al Multiespacio de Lorena Morlote. Fotos: Hugo Fernandez Valeiras. YouTube: Fabiola Urien.