ANTES DE LA CREACIÓN
El tiempo se detiene, la luz se vuelve más intensa, sientes cada pulsación del corazón y tus sentidos cobran una nueva dimensión. Es el momento de comenzar una nueva creación musical, y es en ese instante donde todo tu cuerpo requiere la máxima concentración, para poder trasladarse a un estado mental diferente y abstraerse de todo, consiguiendo conectar con tu interior buscando la esencia de la obra que quieres materializar. Antes, esa obra no existía, no tenía vida, simplemente no era nada, y como si sonara un chasquido de dedos aparece en tu mente un atisbo de susurro musical, un conjunto de piezas que desean agruparse para dar sentido a la estresante sinapsis cerebral, que se padece cuando intentas imaginar tu composición. Ordenas, das forma, transformándote en un escultor y a la vez en un arquitecto, desfragmentas, divides, como si estuvieras jugando a ser científico. Todo eso ocurre en tu cerebro cuando estás a punto de plasmar tu obra de arte. De repente aparece, todo ordenado en tu mente y piensas “ojalá existiera una máquina capaz de hacer realidad lo que tengo en mi cabeza”, entonces tu experiencia con secuenciadores, samplers, sintetizadores, conexiones y algoritmos, hacen capaz esa motricidad para la transmisión de tu cerebro hacia la tecnología que tienes a tu alcance. Creas un proyecto, no tienes ni idea de cómo vas a llamar a esa canción “eso no importa”, lo que necesitas son más brazos, más manos y más ojos para poder accionar cada sonido, cada elemento musical que necesitas para ir completando aquello que almacenas con la máxima concentración en tu cráneo. Poco a poco vas materializando, haciendo realidad esa fuente de luz, esa energía que en un estado de compresión, se va dando forma en ondas de sonido. Tus oídos son los que tienen la llave, son los guardianes de tu primer concepto, ellos reciben la información que transmites a las máquinas, para discernir si lo que oyes es lo que de verdad tienes dentro. Cuando consigues accionar ese vínculo entre tu pensamiento y la tecnología de una forma fluida te transformas en un auténtico “ciborg”. Cuando vas completando tu obra de arte y todo casa, emprendes una nueva sensación, inicias una relación mística con tu creación. Las ondas sonoras entran por tu oído conectando tu cerebro directamente con el corazón accionando tu tercer “Chacra” el del Plexo Solar. Entras en completa armonía con el universo y sientes como todo tiene sentido. Tu piel se transforma, tus ojos brillan, todo tu cuerpo se estremece al ser el causante de este nuevo nacimiento. Si debo creer en algo, es en esto en lo que creo. Creo en mí, y en mi capacidad de hacer realidad todo aquello que me proponga. Un abrazo.
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