jueves, 13 de noviembre de 2014

XOOWMAGAZINE40 P98 #xoowmusic RUTH MARTÍNEZ



La cantante Ruth Martínez hizo un alto en su carrera musical cuando estaba en el mejor momento. La sombra de sus circunstancias la persiguió hasta que consiguió atraparla. Ahora, ha vuelto para quedarse. La música es su vida. Como carta de presentación, Con flores a María. Un disco donde su voz dulce, sensual y cálida se fusiona con diferentes estilos musicales. En una entrevista a corazón abierto, Ruth se sincera y habla de las luces y las sombras en la vida de una artista.
-Ruth, abandonaste la música cuando estabas en tu mejor momento. ¿Qué ocurrió?
-Llegó un momento en que no podía respirar. Me ahogaba. La sombra de mis circunstancias me persiguió hasta que consiguió atraparme. Entonces, decidí que tenía que parar. Es cierto que estaba en un buen momento en mi carrera. Sin embargo, no me sentía bien. Tiempo después, desde la tranquilidad, comprendí que el problema es que había demasiada gente opinando y aconsejando. Eso
fue un gran error que ya no volverá a repetirse.
-¿Por qué estás tan segura que no se repetirá el mismo error?
-Porque ahora las riendas de mi carrera la llevo yo. Soy yo quien toma las decisiones. Puedo acertar o equivocarme, pero sea lo que sea siempre tendré la satisfacción de haber elegido por mí misma.
-Esta es una de las grandes ventajas de no tener compañía de discos, ¿verdad?
-Así es. Mi último trabajo, Con flores a María, lo he financiado yo. Sé que es arriesgado pero lo que no podía hacer era quedarme en casa esperando a que surgiera la oportunidad. Por tanto, he tirado de mis ahorros para este proyecto. 
-Ruth, ¿y no te parece muy arriesgado tal como está la música hoy en día?
-Lo es. Y si lo piensas detenidamente, da vértigo. Sin embargo, un cantante debe tener un disco en el mercado para poder trabajar. Es una carta de presentación necesaria para hacer conciertos, promoción… Otra cosa es que ya no se vendan discos. Por tanto, hay que echarse a la carretera y hacer muchos kilómetros. No queda otra que subirse al escenario y cantar.
-Hablas de la carretera. ¿Por qué has elegido este tema mítico de Julio Iglesias?
-Julio Iglesias es un referente musical para mí. Es el artista latino que más discos ha vendido. Empezó desde abajo y mira dónde ha llegado. ¿A quién mejor para homenajear que a él?
-¿Y cómo ha recibido Julio Iglesias tu homenaje?
-Muy bien. Escuchó la canción y le gustó. Julio ha valorado que haya respetado la esencia del tema aportando ese matiz que lo hace diferente.
-¿Cómo definirías Con flores a María?
-Para mí, es un disco redondo en todos los sentidos. Se trata de un trabajo que he controlado desde principio a fin. Canto, produzco y he participado en la composición de algunos temas. En el plano musical, me siento plena porque se trata de ocho canciones de diferentes estilos. Hay pop, baladas y una fusión de flamenco y pop en A puro dolor, del mítico grupo Song by four.
-El próximo dieciocho de diciembre das un concierto en la sala Luz de gas.
¿Preparada para volver a encontrarte con tu público?
-Sí, por supuesto. Tengo muchas ganas de subir al escenario y cantar. La música es mi vida y no puedo pasar sin ella. Necesito el calor del público. Te aseguro que me estoy preparando a fondo: gimnasio, clases de canto, clases de baile, ensayos… En fin, no tengo ni un minuto libre (risas).
-Ruth, ¿has vuelto para quedarte?
-Por supuesto. Estoy donde quiero estar y haciendo lo que me gusta. Para mí, alejarme de la canción no fue fácil. Lo pasé muy mal porque la música lo es todo para mí. Sin embargo, cuando las circunstancias externas te impiden dar lo mejor de ti misma, no queda otra que volver a casa. Ahora, todo eso ya es pasado. Ya he hecho mi travesía por el desierto y he exorcizado mis demonios. Quiero que quede claro que Ruth Martínez no está de paso en el mundo de la canción, sino que ha vuelto para quedarse.
-¿Cuál ha sido el golpe más duro que te ha asestado la vida?
-La muerte de mi hijo. Aquello me rompió por dentro. Sentí que me hundía. Sin embargo, me agarré a la vida. Es en la tormenta cuando tienes que mantener firme el timón para no zozobrar. Y lo hice, por mí y por mi hija.
-Tras el fallecimiento de tu hijo, viajaste a La India. ¿Qué enseñanza sacaste?
-Me encontré con una cultura totalmente diferente a la nuestra. Allí la muerte no es motivo de tristeza porque consideran que quienes se van vuelven a su casa. Es una filosofía que pasa por la aceptación, y entonces entendí que ahí estaba la clave. El dolor no desaparece pero sí la manera de sobrellevarlo.
-¿Cuándo vas a escribir ese libro donde contarás cómo superar la muerte de un ser querido?
-Ya ha llegado el momento. El año que viene empiezo con este proyecto. Creo que mi experiencia puede servir a todos los que pasen por este trance. Aunque al principio no se ve, hay vida tras la desgracia.
-¿Tu gran amor?
-Mi hija Rocío. Es una niña muy cariñosa. Está especialmente entusiasmada con que vuelva a cantar. Me ve feliz y eso es motivo de alegría para ella. Estamos muy unidas y compartimos muchas cosas. Su sonrisa me impulsa para ir adelante.
-¿Y cómo está tu corazón?
-Si lo que quieres saber es si tengo pareja, la respuesta es no. Me casé y me separé. Después he tenido alguna relación. Sin embargo, ahora prefiero estar sola. En este momento de mi vida no tengo tiempo para hombres. Estoy concentrada en mi música.
-Ruth, ¿de qué están hechos tus sueños?
-Del recuerdo de mi hijo. De la felicidad que siento al subirme al escenario. De esos buenos amigos que siempre están ahí cuando los necesito. De mi familia. De los abrazos que me da mi hija Rocío. De la tranquilidad que siento cuando estoy en casa… Mis sueños están hechos de muchas cosas, y todas bonitas.
JOANA MORILLAS