SOMOS MUCHOS, DEMASIADOS…
Cuando ser DJ no era una moda, cuando los que nos dedicamos a transmitir sensaciones a través de la música desde hace mucho tiempo, encontrábamos en nuestro sitio nuestra identidad. Hoy en día es diferente, lo primordial no es que música pongas, ni como lo hagas. Lo importante es la imagen que tengas, el cuerpo que luzcas, los gestos que hagas, contando por supuesto con la promoción del producto en el que te conviertes, dependiendo siempre de los votos de tus seguidores o comprando falsos “fans”. La cuestión de todo ello no radica en la responsabilidad de quién desee sumarse a este tipo de “Ghost DJ”, sino de quién consume este producto. Quizás sea también en la época en la que vivimos que valora la cantidad sobre la calidad. Por ello abandono, me retiro, deserto. El panorama actual que define el fenómeno DJ no me representa, ya que somos muchos, demasiados diría yo. Me voy a otro lugar, un lugar donde la expresión musical adquiera el valor que se merece, donde el sentido del oído tome relevancia. Es ahí donde me siento como pez en el agua, todo fluye en el mismo sentido y la calidad sonora es la que manda. Así era, el esfuerzo dedicado a progresar como DJ se proyectaba en la selección musical, en la técnica, en la manera de hipnotizar al público asistente. El lugar existe, porque hay personas con identidad propia y capacidad de elección. Esas personas buscan, investigan y desean escuchar, suplican que les deleitemos de ondas con dinámica, que no saturen, con armonías y una complejidad musical capaz de llegar al hipotálamo, despertando sentimientos y exteriorizándolos erizando todo el vello de nuestro cuerpo. He llegado a ese lugar, en cierta manera siempre estuve ahí, dándome cuenta de que mi búsqueda solo es interior. Agradezco ser inconformista, me declaro “anti-sistema musical” y lucharé siempre por mi libertad sonora. Adquiero otra perspectiva, veo como el tumulto de intrusos pelea por obtener un lugar en el paseo de la fama, mientras se olvidan de oír música. A mí ya me va bien, los observo cual científico a través del microscopio como las bacterias se devoran las unas a las otras. Esta DJ moda pasará, y el ciclo volverá a repetirse con otras caras, con savia nueva y la calidad tomará el relevo. Ahí estaré esperando ese momento, mientras sigo disfrutando de mi profesión. Ya no seremos tantos, solo los que debemos estar.
Julio Posadas
689 077 770 • julioposadas1973@gmail.com • www.julioposadas.com
