EL ARTE DE ABANDONAR
Es probable que la atracción que algunos sentimos hacia los sitios abandonados tenga que ver con nuestro propio abandono. Cuando la vida cotidiana se interrumpe de tal forma que ni siquiera recogemos los platos. Cuando era niño la casa de mis abuelos había sido abandonada de esa manera. A veces visitaba esa vieja casa y veía todas esas cosas polvorientas. Estar allí causaba en mi una gran impresión pero de alguna forma también identificaba esa casa con el mundo de los mayores y crecer significaba caer en la ruina. Hoy encuentro en internet fotos que, de alguna forma, me recuerdan esas sensaciones infantiles. Tal vez las sensaciones más genuinas son las que miran hacia dentro, hacia la infancia. Como estos interiores abandonados que intento reproducir en estos dibujos usando un simple lápiz escolar. Desde aquí quisiera dar las gracias a todos esos fotógrafos y exploradores.
Alberto Cerezo (Alcalá de Henares, 1969)
Es dibujante e ilustrador. Estudió Bellas Artes en Madrid.
