viernes, 22 de marzo de 2013

XOOWMAGAZINE30 P9 #xoowarts JORGE GORDILLO





JORGE GORDILLO, EL ROJO
VIVIR DEL GRAFFITTI

Tiene 32 años, y le llamaron Rojo desde pequeño por su pelo. Vive con un spray en la mano. Durante el verano ha expuesto algunas de sus piezas en la Casa de Cultura de Soto del Real, bajo el título “Miradas”. Pero uno puede contemplar su trabajo por los muros y calles. Ha decorado discotecas y bares de moda, guarderías, polideportivos, avionetas, stands… Desde las alfombras del Master Series a la customización de zapatillas Adidas. Ahora también trabaja en una serie de Sillas Isabelinas con afamados diseñadores, como David Delfín. Sin embargo, lo que más le gusta es pasar la noche en su estudio de Soto, pintando lo que le sale. “Realismo con toques surrealistas. Retratos con dos cabezas. Un Dalí de bigotes rosas…” No recuerda cuando empezó a pintar. Era muy pequeño. Ha hecho todo tipo de pintura mural con óleo, trampantojo, escenografía, aerografía, pero se ha quedado con el graffiti, más rápido y potente. Tenéis fama de vándalos, de pintarrajearlo todo. Hay niños que pasan la tarde pintarrajeando. Sus padres les dan cinco euros y ellos se compran un spray y la van liando por ahí. Hay cinco o seis que bombardean mucho… Los padres tienen que ser más conscientes, preocuparse por lo que hacen los chavales. Es curioso que, muchas veces, los que más nos critican son los padres de estos chavales. Yo, si pinto en la pared de un vecino, le pido permiso. Si pinto en una pared pública, no. No pinto nada xenófobo, ni agresivo. Y puedo pintar en las paredes, porque me lo he ganado. Y tenemos que ajustarnos un poco unos a otros. No sé porque yo tengo que aguantar paredes horrorosas y no pueden aguantar los demás un dibujo que da color a una pared. Sin embargo, pintar en la calle está perseguido. Hay veces que pintas en un edificio abandonado, en ruinas y viene la policía municipal. Les preocupa más que pintes en una ruina que el hecho de que haya un edifi cio abandonado, lleno de escombros y cayéndose, en el que juegan los niños todos los días. Es un poco estúpido. Desde el ayuntamiento podrían dedicarse a abrir espacios públicos de ocio, dónde se pueda pintar, cosas bonitas, con un boceto que a prohibir por prohibir. A veces, cuanto más prohíbes, más le apetece a la gente. Al menos, que el dinero que sacan de las multas, lo inviertan en paredes destinadas a pintar. ¿Qué es para ti el graffi ti? Es una forma de expresar arte, arte de vanguardia. Una red de gente que expresamos y nos movemos por todo el mundo. Es curioso, porque cuando voy a otros países estoy muy bien valorado. Me invitan a pintar, hago demostraciones, exposiciones. Sin embargo, en mi país me tratan como a un delincuente. No me pongo a pintar mi nombre, hago dibujos. Que en unos sitios me pagan una pasta por pintar y cuando lo hago gratis, en un muro medio abandonado, en vez de considerarlo un regalo, lo consideran vandalismo. Hay quien se dedica a poner su firma por todas partes, incluso tapando otros dibujos. Es una sobrada de egocentrismo, podrían mirárselo en el psicoanalista… Desmitificar el graffitti. Pero hay quien dice que el graffiti no puede ser un trabajo, que se pervierte si se vive de ello. Es pura envidia. Conozco mucha gente que pinta en la calle y somos amigos de siempre. Pero siempre hay alguien que no sabe ni escribir su nombre y anda diciendo que el graffitti no es trabajo… Nosotros nos movemos en red, vamos a concursos, exhibiciones… conocemos gente, hay un ambiente de ayuda… ¿Y lo de la tribu urbana y el rap? Las tribus urbanas son una tontería, una estupidez, lo importante son las personas. A mi no me gusta el RAP, soy más de música electrónica o chill out. En el RAP se insultan y se denigran, es como un reguetón pero americano, menos mal que el rap en España te cuentan historias interesantes (algunos), todo el rato insultándose cansa. La gente pinta porque le gusta y luego cada uno hace lo que quiere y se viste como quiere. El graffitti no lo  ha inventado nadie, existe desde siempre. Ya pintaban los romanos en las paredes. Y no creo que las cuevas de Altamira las hicieran rapeando. Difícil vivir del arte. ¿Qué tal se vive del arte? Tenemos un régimen de cotización que no vale para nada. Es difícil, no hay ayudas y además socialmente, no estás bien considerado. La gente piensa que una persona que está en su casa pintando, o escribiendo todo el día, no trabaja. Yo pinto doce horas por las noches y todavía hay alguno que me dice que no curro nada. Para el resto de los artistas y para la gente, somos niñatos con botes. Y yo pinto. Yo soy un artista porque lo dicen los demás, no porque lo diga yo. Y vivo de lo que hago. ¿Hay especulación con el mundo del arte? Es una gran mentira. Un buen promotor, un buen tratante, hace que tengas prestigio, que ganes dinero. Son personas que están metidas en el negocio y que son capaces de llevar arriba algunas cosas ridículas, que podría haber pintado un elefante. Son rachas imprevisibles, modas. Los críticos, las tendencias marcan lo que tienes que pintar y como hacerlo.
por Senda Norte
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