Jaime Falero y Joaquín Sánchez hacen realidad la película Project 12. The bunker, con la participación de Eric Roberts, James Cosmo, Timothy Gibbs y Natasha Alam. La película, rodada en Tenerife, es el primer largometraje financiado en su totalidad con capital privado canario y rodado en inglés. “Hace muchos, muchos años que soy actor pero muy pocas veces he trabajado con un equipo tan profesional y dedicado”, con estas palabras se despidió el pasado 27 de agosto el gran actor escocés James Cosmo del equipo con el que ha compartido en Tenerife el rodaje de la película Project 12. The bunker. Las palabras de uno de los grandes del cine y la televisión del Reino Unido apuntan a algo que todos los participantes en el film destacan como una virtud: el hecho de contar con un equipo modesto, inferior al de las grandes producciones, genera un ambiente familiar y una emoción que es uno de los motores de la entrega en el trabajo. Cosmo, al que todos conocemos como Lord Commander Jeor Mormont, en la serie de televisión Juego de tronos, y por su trabajo en Braveheart, Crónicas de Narnia y Trainspoting, es uno de los actores de esta película, junto a Eric Roberts, Timothy Gibbs y Natasha Alam. Roberts, como Cosmo, es de los que no necesita presentación, pero da gusto recordar su trayectoria pensando al mismo tiempo que lo hemos tenido tan cerca, en Tenerife, durante dos semanas de este verano caluroso, rodando una película de acción en la que el actor nominado a un Oscar y tres Globos de Oro ha aportado toda su maestría. Aunque Timothy Gibbs es también director, productor y guionista, lo recordamos por su trabajo como actor en series de televisión consagradas, como Sexo en Nueva York, The Kings of Brooklyn y Another World. A la modelo y actriz uzbeka afincada en Estados Unidos Natasha Alam la hemos visto en True Blood, Policías de Nueva York y NCIS Los Ángeles, entre otras series de televisión de éxito internacional. Con este reparto, es oportuno aclarar que Project 12. The bunker es una película española. Es más: es la primera película que se financia con capital privado procedente en su totalidad de las Islas Canarias y la primera producción cinematográfica canaria que se rueda en inglés. Para hacer más singular la iniciativa, a ello hay que añadir un equipo técnico y artístico que en torno al 90% es originario o residente en las Islas. “Hay gente que vive aquí y gente que es de aquí, que es muy competitiva, y si no fomentamos eso que tenemos, nunca vamos a tener la oportunidad de promover nuestra particular industria”, detalló el director de la película, Jaime Falero, un día antes de acabar el rodaje, que concluyó hace muy poco, a la vez que el mes de agosto. Falero es uno de los dos padres de esta singular iniciativa, junto al productor y actor protagonista, el también tinerfeño Joaquín Sánchez. Ambos son unos aventureros del cine, que, al margen del panorama que revelan las noticias, han conseguido poner en marcha una película de acción, con proyección internacional, que aspira a distribuirse en todo el mundo, con las miras puestas especialmente en el mercado de Estados Unidos, Rusia y China. Project 12. The bunker es una historia de acción que combina con acierto elementos como las herencias de la Rusia soviética y de la Guerra Fría en un argumento en el que la ciencia es una de las formas que adopta la guerra. El asunto y la manera de abordarlo hacen de la película una historia que puede entender todo tipo de público. La acción es “un lenguaje universal que todo el mundo entiende” y esa es la razón de haber escogido este género para lanzar esta primera iniciativa conjunta de Sánchez y Falero. Project 12. The bunker “se sostiene en un guión al mismo tiempo potente y vendible en el mercado internacional”, subraya Joaquín Sánchez, que hace tan solo unos meses se decidió a buscar el capital necesario para financiar una película que permitiera a todos sus participantes “continuar haciendo cine, que es lo único que sabemos y queremos hacer”. Pasión, esfuerzo y optimismo, el que irradian estos dos visionarios tinerfeños, son las bases en las que se sustenta el trabajo del equipo que ha hecho posible que lo que hace menos de un año fuera un sueño hoy sea una película en proceso de montaje, con unos resultados durante el proceso de rodaje que anuncian algo que merece la pena ser disfrutado ante la pantalla. Atrás queda un intenso mes de agosto, cuatro semanas exactas de rodaje, cuatro o cinco olas de calor, tres semanas metidos en un bunker… como para no olvidarlo. Precisamente, ese rodaje en el interior de un inmenso túnel que hace de bunker es uno de los atractivos que encontró Cosmo para decidir participar en el proyecto: “me gustó el ambiente claustrofóbico” y un personaje contradictorio al estilo del doctor Frankenstein, “que actúa creyendo que hace un bien a la humanidad, aunque no sea así”. Roberts llegó al set de rodaje en Tenerife con la idea de que tendría la oportunidad de conocer un lugar idílico de vacaciones, para encontrarse con “un equipo muy profesional y un plan de trabajo serio” que le ha hecho desear volver a rodar con Sánchez y Falero, a los que considera ya sus amigos. Para Natasha Alam, la tensión de su personaje estriba en su condición de mercenaria con contradicciones morales, que vive en un ambiente de hombres y que aspira a “realizar los sueños de cualquier chica” junto a Bruno, el personaje que representa Timothy Gibbs, un duro sin escrúpulos ni tensiones éticas, y Tabeel, el papel que representa Joaquín Sánchez. Alam ha asegurado que de su papel le gusta que se acerca a lo que todos conocemos como las chicas Bond, una explosiva combinación de belleza y fuerza letal. Completa esta familia de mercenarios el personaje que encarna el catalán Tony Corvillo, el artifi ciero del grupo, “un hombre que tiene principios, un hombre con mucho instinto, un tío con ética que vive por su trabajo y por y para sus compañeros”. Amante de la práctica del surf, Gibbs se quedó con las ganas de volar sobre las reconocidas olas de Tenerife. El plan de rodaje fue intenso y no tuvo la oportunidad. Sin embargo, la propia agenda de trabajo lo llevó a él y a sus compañeros de uno a otro lugar de la isla: diversas localizaciones tan diferentes y singulares que permitieron grabar “a un golpe de coche en treinta minutos” secuencias correspondientes a cinco países diferentes. La versatilidad del paisaje urbano y natural de Tenerife hizo que Gibbs calificara la isla de “dinámica”. Precisamente de esto se trata una de las características de la iniciativa del rodaje de Project 12. The bunker: que cineastas y productores locales hagan en Tenerife lo que ya hacen productoras internacionales: aprovechar tres recursos básicos para trabajar en cine, un equipo de grandísimos profesionales, unas localizaciones espectaculares y unas condiciones fiscales que alientan a los empresarios a participar en el negocio. Un grupo de valientes. La carta que Cosmo leyó la noche de su despedida dejó a los participantes en las últimas sesiones de rodaje con la lágrima fácil. La satisfacción por haber hecho un buen trabajo y el esfuerzo que requería el rodaje de escenas esenciales de la película fue la tónica en esos días en los que ya Roberts y Cosmo se habían retirado del set. En los últimos días de trabajo se ha rodado lo más llamativo de los efectos especiales, de los que se han hecho cargo Ignacio Miguel, Santiago y Marcos, los tres integrantes de Alucine que se desplazaron a Tenerife para hacerse cargo de todos los efectos físicos: impactos de cuerpo, de objeto, explosiones, deflagraciones, props y algunos efectos visuales, como la iluminación con fuego. El equipo dirigido por Ignacio Miguel (ALUCINE) ha fabricado para la ocasión un lanzallamas que “funciona de verdad, pero con combustibles lentos para que sea muy seguro”, explica el técnico, entusiasmado con una película de acción que tiene “los efectos especiales de una peli de acción americana, efectos de primer nivel… le cambiamos todos los nombres de los créditos y es una producción americana”, dice entusiasmado y satisfecho de haber realizado este rodaje cinematográfico en Canarias. Para el director Jaime Falero, que está ya inmerso en las labores de edición y montaje con Vasni Ramos, la clave de la película está en “un equipo de valientes” que aceptó participar en lo que para el cine hecho en Canarias era una aventura inédita: la de asumir la responsabilidad de hacerse cargo de todo un gran rodaje, sin detenerse a lamentar las nefastas condiciones que afectan a la producción cinematográfica en esta época de crisis. Entre el grupo de algo menos de 50 valientes, cabe destacar la participación de Pedro Telechea Montes, ayudante de dirección; Aureli de Luna, productor ejecutivo; Antonio González Rodríguez, jefe de producción; Juanmi Márquez, director de fotografía; Christian Johansen Basualdo, sonidista, Ignacio Miguel director de Efectos Especiales y Juan Carlos Sánchez Lezcano, director de arte. A este grupo se han sumando otras voluntades interesadas en facilitar el rodaje, concretadas en distintas fórmulas de colaboración. Entre estas aportaciones, destacan la de la firma comercial Wehbe, especializada en moda y accesorios, la de la cadena IberoStar, que contribuye con el hotel Mencey de la capital tinerfeña, el Auditorio de esta misma ciudad, el hotel Jacaranda de Costa Adeje y la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.