martes, 20 de noviembre de 2012

XOOWMAGAZINE28 P264 #xoowopinion BY ROBERTO


RENMINBI Y DÓLAR,

¿DOS GALLOS EN EL MISMO GALLINERO?

Pues no. El renminbi todavía es un polluelo. Las que si están en el mismo gallinero y además son dos gallos hechos y derechos son las economías americana y china, la primera y segunda del mundo respectivamente, pero sus monedas no. Veremos porque. He elegido para la edición de este mes este farragoso tema por tres razones que paso a exponer sin dilación alguna. Las razones son, porque es un tema importante, porque es actual y porque es confuso y como consecuencia, pienso que necesita ser explicado. El primer problema con el que nos encontramos es entender la diferencia entre el renminbi (RNB o 元) y el yuan (CNY o ¥ el mismo símbolo que el yen japonés). Los dos nombres son válidos pero hay una sutil diferencia nada fácil de entender. Renminbi es el nombre oficial de la moneda china impuesto por el partido comunista en 1949 y significa “moneda del pueblo”. Por el contrario Yuan, nombre en el que están nominados los billetes, es el nombre de la unidad de cuenta en la economía china dividida en una serie de unidades menores. Cualquier cosa puede costar 15 yuan pero no 15 renminbi. O sea el renminbi es la moneda pero no la unidad de cuenta. Para una mejor comprensión podemos hacer una comparación con la moneda del Reino Unido. En ese país la moneda es la esterlina (sterling) pero la unidad de cuenta es la libra (pound), y también es el nombre en el que están nominados los billetes. En UK cualquier cosa puede costar 15 libras, pero no 15 esterlinas. Por lo tanto tampoco podemos decir que un dólar cuesta renminbis sino yuanes. No sé si ha quedado claro, pero es lo que hay. En el primer párrafo he distinguido entre “economías” y “monedas”. Cuando hablamos de economías nos referimos a bienes físicos, tangibles, palpables p.e. casas, electrodomésticos, vehículos, primeras materias, alimentos y así un sinfín de productos. A todos estos productos los economistas les llamamos “activos reales” porque son producidos por la economía real o productiva. A la parte de la economía que trata de las monedas o del dinero junto con todo tipo de títulos financieros, acciones, bonos, letras, derivados, etc., la llamamos economía financiera porque entiende y trabaja solo con “activos financieros”. USA y China se disputan a codazos la primacía económica real del mundo, pero en la financiera, no es que la lucha sea menor, simplemente no existe. Las monedas de las seis mayores economías del mundo cotizan todas menos la china, por lo tanto el RMB no puede ser nunca lo que se llama una “moneda fuerte” (hard currency). Con menor razón podrá ser una “moneda de reserva” (reserve currency) también llamada “moneda ancla” (anchor currency), es decir una moneda deseada, tenida y mantenida en cantidades importantes por casi todos los gobiernos y Bancos Centrales del mundo como parte de sus reservas exteriores. Por una parte porque les sirve como protección ante una crisis de la balanza de pagos y por otra porque la mayor parte de los precios de los productos comerciados en el mercado global, especialmente las commodities (petróleo, oro, etc.) se nominan en la o en las monedas de reserva. La posible sustitución o reemplazo del dólar por el renminbi es un tema muy comentado en muchos ambientes, como los políticos, empresariales, medios de comunicación e incluso en la calle. Ya he dicho al principio que esto no va a ocurrir, al menos en el corto y medio plazo (no inferior a diez años). A largo plazo no lo sé. Como decía Keynes, “a largo plazo todos muertos”. Y esto va a ser así por muchas razones, veámoslas. El gobierno chino todavía no ha abierto su economía al libre flujo de capitales y no mantiene un tipo de cambio flexible. Para alcanzar el estatus de moneda de reserva internacional el RMB debería ser aceptado en todas las transacciones internacionales, no tener restringida por el país titular la entrada y salida de capital financiero, es decir, tener una cuenta de capital convertible y que los Bancos Centrales la deseen como moneda de reserva. Además el país emisor de la moneda de reserva debe contar con la confianza de los inversores lo que implica que sus variables macroeconómicas fundamentales deben estar equilibradas y ser sostenibles (paro, inflación, tipo de interés, control de los déficits exterior y presupuestario, etc.) y sobre todo su tipo de cambio debe de ser flexible pero no excesivamente volátil, y debe de ser el mercado el que determine su valor y no las autoridades monetarias del país. Para que esto ocurra es necesario que esta moneda se negocie fácilmente en los mercados financieros mundiales y esto solo se puede conseguir si se cuenta con mercados financieros dentro del país que sean seguros, amplios, profundos y líquidos. No hay que olvidar la vital importancia que tiene la estabilidad política del país emisor de esta moneda. Hay que tener siempre presente que al capital no le gustan los riesgos que no puede controlar. En definitiva, que el hecho de contar con una economía fuerte y con proyección de futuro como la china, es condición necesaria pero no suficiente para que su moneda alcance el estatus de moneda de reserva internacional. Solo nos queda esperar a ver que ocurre, pero nadie sabe cuando.
Roberto Ferrada. Economista